miércoles, 2 de enero de 2013

Laberintos, juegos y viceversa.

Ha sido ver tu laberinto y perderme en él, sin importar qué. Y he terminado en un circulo vicioso tan bonito que a ver quién me saca de aquí y si yo quiero, claro. Estas calles cruzadas llevan la esperanza escrita y el error tatuado. Fíjate qué bien, o qué mal si lo miras tú. Y que si te vas a poner a buscarme, ponte esas gafas de encontrar a gente perdida.Te quedan tan bien. Pero así vas a encontrarme enseguida y no vale. No, no vale porque terminaríamos el juego que tanto nos ha costado construir. Sí bueno vale, ahora no quedan ni los muros pero yo lo recuerdo con murallas muy altas y con una puerta preciosa. Juguemos otra vez, venga. Yo ya me he vuelto a escapar. Y ahora ven, que hemos vuelto a empezar.

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