lunes, 13 de mayo de 2013

No te echo si no es de menos.

No he encontrado la manera de entenderte pero te he encontrado a ti.
A veces, creo que me hablas en idiomas que no conozco pero nos besamos y te entiendo. Y quién puede luchar contra el idioma del corazón.
Que no se trata de fabricar el amor sino de hacerlo. Y de deshacernos; por dentro, por fuera, por la tarde, por la noche, por ti, por mí.
Que ya sé que no existe un nosotros, pero tampoco existe un tú y un yo separados y qué importa el mundo si yo te quiero. A veces te quiero con la boca tan pequeña que creo que no me vas a oír pero me sonríes de tal manera que es imposible pensar que tú no me estás contestando con otro te quiero.
Me gustas tanto que se me olvida respirar, pero es que a lo mejor se me olvida  porque me dejas sin aliento cada vez que te veo y creo que nunca he estado tan enferma del corazón como ahora.
No necesito médicos ni enfermeros si eres tú el que me va a curar las heridas a besos y me va a cicatrizar el cuerpo a gemidos. Que de gritar he aprendido a escuchar tus silencios y a bebérmelos cada vez que te oigo.
Mi terapia del amor consiste en oírte reír y en contagiarme contigo todos los síntomas de la felicidad.
He aprendido a echarte de menos sin morirme pero nostalgia me sigue visitando si no estás y no hay ojos más tristes que los suyos.

Así que, por favor, no te vayas,
aunque te diga quédate.

3 comentarios:

  1. "No necesito médicos ni enfermeros si eres tú el que me va a curar las heridas a besos y me va a cicatrizar el cuerpo a gemidos"

    Me ha encantado!

    ResponderEliminar
  2. De nada! Soy anónimA

    ResponderEliminar