domingo, 21 de abril de 2013

He dejado de sentir(te).

Creo que he dejado de sentir(te) tristeza.
Han volado todas esas dudas que tenía en la recámara esperando ser disparadas. Y es que en el vuelo se han perdido todos los miedos que tenía guardados en el tercer espacio intercostal. Que sólo espero que no vuelvan, que huyan tan lejos que no sea capaz ni de rozarlos con la punta de los dedos.
Se han secado todas las lluvias que me han llorado durante días de tormentas, donde los rayos sabían partirme en tantísimos trozos que nunca he podido llegar a contarlos todos. A veces sé que echo de menos llenarme de ríos de ausencia y empaparme de recuerdos, pero es que se vive tan bien debajo de tus brazos.
Nunca el tiempo me llevó de la mano tan fuerte como lo hace tu sonrisa cuando me miras. Y perdona si no quiero soltarte de la mano nunca, pero es que me ha acostumbrado al roce de tu piel, (y es que ya decía Revólver que no hay droga más dura que el roce de tu piel, y claro, yo después de esto, tengo que creerle).
He dejado de tropezar con piedras para tropezarme contigo y créeme si te digo que no me cansaría nunca de caerme al suelo si eres tú el que me va a curar las heridas y me va a cicatrizar a besos el corazón. Que ya sólo bebo vasos medio llenos de ti y es que nunca me ha gustado tanto emborracharme como cuando lo hago de ti.
Que has sabido matar a la tristeza que acompañaba a mis ojeras para sustituirlas por sonrisas a medianoche. Y entiéndeme si te digo que no te vayas, que desde que la tristeza no me visita, te quiero mejor.

2 comentarios:

  1. Me ha tocado, simplemente preciosa.
    Abrazos Carolina.

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    1. Ay muchas gracias, tú que me lees con buenos ojos va a ser :)
      Un besazo.

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