Búscame despacio, me decías. Y bueno yo... yo no podía decirte que despacio fuera la palabra correcta. Si volaba hasta donde te encontrases tú, aun cuando estabas a un paso de mí, (entiéndase eso de volar como tú me hacías sentir). Que hacía carreras con la lluvia a ver quién te mojaba antes de las dos; ella tu ropa y yo tu cara. Pero que no sabes cuánto hubiese deseado ser ella a veces, (o siempre, ya me entiendes). Porque las maratones en tu espalda y los saltos de longitud hasta tus ojos eran necesidad y a quién coño le importaba ir despacio ahí, dime. Huía de la vida hasta que ésta me alcanzaba pero que no era un viaje en solitario, que huía contigo (en sueños, o algo así). Las prisas me podían al querer dibujarte sonrisas y pintarlas de besos todos los días y borrarnos del mapa para desaparecer (creo que juntos pero no sé). Lo nuestro era un puto sinsentido vaya, pero que era tan nuestro que cómo no nos iba a quedar bonito.
Y creo que por no ir despacio derrapamos y nos caímos y ya no hubo nadie quien nos levantase.
Pero que a mí me da igual, que yo te busco, despacio y sin espacios.
Que no me preguntes por qué, pero cuanto más te leo, más cariño te cojo.
ResponderEliminarSerá que me lees con buenos ojos, bonita.
EliminarQué bonitos sinsentidos los que se comparten :).
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