miércoles, 13 de marzo de 2013

Podría hablarte de lo que nunca fuimos.

Podría hablarte de todo lo que no somos juntos, de todo lo que nunca fuimos.
Podría contarte las heridas que aun no han cicatrizado desde que apareciste. Las cicatrices que borraste sin querer queriendo.
De las sonrisas que le hacían la competencia a la luna creciente.
De los rotos y descosidos que arreglamos sin aguja e hilo.
De las noches en vela que pasamos pidiéndole tregua a la luna, de las estrellas que se encendían al vernos.
De los 'te echo de menos' que gritábamos a los cuatro vientos y que ahora escondemos tan bien.
De las distancias que convertíamos en buenas noches susurradas.
De las ganas de arañarnos la mirada.
De los ojalás que aun cuelgan de nuestros ojos.
De las risas que nadie más ha compartido contigo.
De las respuestas tímidas, de las preguntas no formuladas, del miedo, de la vergüenza.
De las fotos que no existen, de los sueños rotos, de los viajes imaginados, de los encuentros que nunca fueron.
De pasados hechos añicos, de presente vivo (y ya muerto), de futuro lejos (de ti).
De un nosotros jamás formado,
de ti,
de mí,
de ella.
Podría escribirte segundos, minutos, horas, días pero es que me quedaría corta (de amor, digo).
Podría hablarte y lo hago, pero callando. Y cómo matan los silencios, amor.

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